By, Marible Padilla, Community Engagement Leader

Today, domestic violence remains a deeply concerning issue. It’s thought to only affect women, but that’s not the case; it also affects men. This problem is rooted in social and cultural norms, which persist to this day, as cases of domestic violence continue to be present in friendships, coworkers, or even our own families.

According to statistics from the World Health Organization, one in three women worldwide has experienced domestic or sexual violence from an intimate partner. Among the opposite sex, it’s 1 in seven men.

It’s sad to know that this issue has led to gender-based deaths, and in many other cases, mental health problems such as depression, anxiety, or even physical injuries.

The warning signs often go unnoticed in people’s lives, or they simply ignore them because when dating, what they seek is to normalize the couple’s actions, such as isolation from family and friends, or when there is control over decisions and actions. And that’s when the questioning gradually begins. And when the partner is confronted, that’s when the threats and physical violence begin.

The person, not knowing what to do, thinks that their world has collapsed. But resources are always available to help because you are not alone. So much so that, at Simply Youth Institute we listen to and help victims of domestic violence, and through the poetry workshop they express and process this bad experience since by writing each word, each line, each verse, it promotes reflection and search for social change.

Some poets who have addressed domestic violence through their poetry include Sylvia Plath, Adrienne Rich, and Warsan Shire, who have inspired us to continue writing and speaking out against gender-based violence.

The Bell Jar by Syliva Plath stated in her poem, “La campana de cristal,”

Cuando todo aprieta a punta

de tormenta,

en el sudor que arrasa

la noche

y deja quieto el dia.

No more silence! We all deserve respect and equality

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SPANISH

Hoy por hoy la violencia doméstica sigue siendo un tema sumamente preocupante. Se piensa que solamente afecta a mujeres y no es así, también perjudica al sexo masculino. Y es que éste problema está arraigado por el tipo de normas sociales y culturales, que hasta la fecha persisten porque los casos de violencia doméstica siguen presentes en alguna amistad, compañera o en nuestro propio círculo familiar.

Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido violencia doméstica o sexual por parte de su pareja. En cifras del sexo opuesto es 1 de cada 7 hombres.

Es triste saber que este tema ha dejado  muertes de género, en muchos otros casos problemas de salud mental, como la depresión,  ansiedad,  o inclusive lesiones físicas.

Y es que las señales de alerta pasan desapercibidas en la vida de las personas, o simplemente,  hacen caso omiso porque cuando existe noviazgo lo que buscan es normalizar los actos de la pareja como el aislamiento de familia y amigos o cuando hay control respecto a las decisiones y acciones. Y es ahí cuando poco a poco empieza el cuestionamiento. Y cuando se enfrenta a la pareja es cuando comienzan las amenazas y la violencia física.

La persona al no saber qué hacer piensa que su mundo ha colapsado. Pero los recursos siempre están disponibles para ayudar porque no están sólos. Tan es así que, en Simply Youth Institute escuchamos y ayudamos a las víctimas de violencia doméstica, y a través del taller de poesía expresan y procesan  esta mala experiencia ya que al escribir cada palabra,  cada línea,  cada verso, se promueve reflexionar y buscar un cambio social.

Algunos poetas que han hablado referente a la violencia doméstica a través de su poesía son: Sylvia Plath, Adrienne Rich y Warsan Shire, quienes han sido un ejemplo de inspiración para seguir escribiendo y denunciar la violencia de género,

The Bell Jar by Syliva Plath stated in her poem, “La campana de cristal,”

Cuando todo aprieta a punta

de tormenta,

en el sudor que arrasa

la noche

y deja quieto el dia.

no más silencio!!! Todos merecemos respeto e igualdad.